La nutrición para el manejo del dolor
Los estudios demuestran que la nutrición puede desempeñar un papel importante en la experiencia del dolor.
Al mejorar su dieta, puede mantener un peso saludable que también protegerá a sus articulaciones y reducir la inflamación.
Una dieta saludable puede disminuir el riesgo de desarrollar otras enfermedades crónicas además de estimular el sistema nervioso, inmunológico y hormonal.
Hay varias formas de mejorar su dieta. Consuma más alimentos antiinflamatorios tales como cereales integrales, frutas y verduras, ya sean frescas, congeladas o secas.
Reduzca los alimentos proinflamatorios como los alimentos procesados, los azúcares refinados, los carbohidratos y las grasas trans que se encuentran en los alimentos fritos y algunos productos horneados.
Reduzca el consumo diario de sal.
Elija grasas más saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, las nueces y las semillas, en lugar de las que se encuentran en la carne, la mantequilla y los alimentos procesados.
Elija alimentos ricos en nutrientes en lugar de alimentos ricos en calorías.
Reemplace las bebidas azucaradas con agua.
No intente hacer todos estos cambios a la vez. Comience con uno o dos, manténgalos durante un par de meses y luego introduzca otro cambio.