El papel del ejercicio en el manejo del dolor
El papel del ejercicio en el manejo del dolor
Los estudios demuestran que el ejercicio puede ayudar con el dolor crónico.
El ejercicio regular fortalece los músculos y mejora la flexibilidad, lo que puede apoyar las articulaciones y reducir el dolor.
El movimiento puede reducir la rigidez de las articulaciones y los músculos, facilitando la realización de las actividades diarias.
El ejercicio puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés.
También puede reducir los síntomas de depresión y ansiedad, que a menudo acompañan al dolor crónico.
La actividad física regular puede ayudarle a dormir mejor, lo que suele ser un problema para las personas con dolor.
Intenta terminar de hacer ejercicio unas horas antes de acostarte para que no te mantenga despierto.
El ejercicio regular puede aumentar las posibilidades de socializar.
Puedes realizar muchas actividades físicas con otras personas, como caminar, ir a una clase de ejercicios, bailar, hacer yoga, andar en bicicleta o jugar pickleball.
Ser sociable puede mejorar su estado de ánimo y reducir los sentimientos de dolor e incomodidad.
El ejercicio más intenso puede liberar sustancias llamadas endorfinas. Estos son analgésicos naturales producidos por el cuerpo.
El ejercicio también te hace más saludable en general. Mejora la salud del corazón, reduce el riesgo de diabetes, ayuda a controlar el peso y le brinda más energía.
Todos estos beneficios pueden reducir el dolor y mejorar su vida.
Las personas con dolor pueden evitar el ejercicio por temor a empeorar su condición. Esta es una preocupación común. Sin embargo, los numerosos beneficios generalmente superan los riesgos.
Para estar seguro, antes de comenzar un programa de ejercicios, consulte con su profesional de la salud para encontrar los mejores ejercicios para usted.